2006-10-23
Os Portugueses vistos de lá
"Convocado após um pacto vergonhoso para aplacar a ira da Igreja Católica e do ultraconservador lóbby médico após uma reforma progressistra da lei que tinha já sido aprovada pelo Parlamento, o referendo só serviu para dividir o país e perpectuar uma situação humilhante para as mulheres que se mantém hoje(...) Portugal não devia permitir-se presidir à UE no segundo semestre de 2007 sem resolver esta injustiça."
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EL PAÍS???
No puedo!!!
Mas isso foi uma carta de leitor, um artigo de opinião, uma crónica, editoria?
Qual foi o contexto no qual surge um comentário desses?
No puedo!!!
Mas isso foi uma carta de leitor, um artigo de opinião, uma crónica, editoria?
Qual foi o contexto no qual surge um comentário desses?
Olá SAM. O link de facto leva apenas aos arquivos. É necessário na janela de pesquisa procurar por "aborto Portugal" e vem uma colecção de artigos de opinião entre os quais um Editorial de El País de 2006-10-21 donde retirei este extracto (resumo de um artigo que na altura me estava vedado na íntegra por só se ter acesso com assinatura. No entanto agora apanhei-o na totalidade! aqui: http://www.blogger.com/comment.g?blogID=7107192&postID=116156153686505658
EDITORIAL
La frontera del aborto
EL PAÍS - Opinión - 21-10-2006
Portugal se dirige hacia un nuevo referéndum para despenalizar el aborto en las 10 primeras semanas de embarazo. En el primero, celebrado hace seis años, perdió el sí por un margen muy estrecho, aunque la consulta no fue vinculante porque sólo votó un 31% del censo, lejos del 50% necesario. Aquel resultado fue la consecuencia lógica del deseo de los líderes de los dos grandes partidos (el socialista Guterres y el socialdemócrata Rebelo de Sousa, ambos profundamente católicos), que prefirieron dejar la consulta en manos de los radicales: por un lado los partidarios del sí ("la mujer es dueña de su vientre"), por otro los del no ("el aborto es pecado mortal").
Convocado tras un pacto vergonzante para aplacar la ira de la Iglesia católica y del ultraconservador lobby médico, ante una reforma progresista de la ley que había aprobado ya el Parlamento, aquel referéndum sólo sirvió para dividir al país y perpetuar una situación humillante para las mujeres que se mantiene hasta hoy mismo, cuando apenas 1.000 de las 20.000 portuguesas que abortan cada año lo hacen de manera legal y segura. El resto recurre bien a clínicas privadas ilegales, bien a clínicas legales españolas, en el mejor de los casos; y en el peor, a métodos caseros, llenos de riesgos: 11.000 mujeres ingresan cada año en urgencias declarando haber sufrido abortos espontáneos para evitar ser perseguidas judicialmente. Desde 2002, 40 mujeres y profesionales de la salud han sido procesados por abortos ilegales.
El primer ministro, el socialista José Sócrates, decidido a poner fin a esta situación anacrónica, ha abierto esta semana la campaña por el sí con un discurso prudente pero firme, más pragmático que ideológico, orientado a favorecer el consenso. La oposición del PSD ha votado a favor del referéndum, lo que también habla a favor de la sensatez de su líder, Marques Mendes. Juntos, ambos partidos representan a más de tres cuartas partes de la población. El Partido Comunista también propugna el voto sí. Los sondeos muestran un clima de opinión favorable a la despenalización, aunque la Iglesia ya ha recomendado a sus fieles que voten no. Si los tres grandes partidos se movilizan de verdad, no habrá excusas para perder otra vez esta batalla. El presidente, Cavaco Silva, un árbitro con influencia, que prometió ponerse del lado de los más desprotegidos, tendrá ocasión de demostrarlo. Las mujeres portuguesas no pueden seguir sometidas a una legislación anacrónica, peligrosa y humillante, y Portugal no debe permitirse presidir la Unión Europea en el segundo semestre de 2007 sin resolver esa injusticia.
Outro artigo de opinião do correspondente do El País em Lisboa MIGUEL MORA:
Aborto, el medioevo portugués
Un millar de mujeres ingresan al mes en urgencias tras una interrupción clandestina del embarazo
MIGUEL MORA - Lisboa
Portugal aprobó en 1984 una ley del aborto que permite interrumpir el embarazo en caso de riesgo psíquico o físico para la madre antes de las 12 semanas con el consentimiento del médico. Poco después, el Colegio de Médicos prohibió a sus afiliados realizar abortos. Dos décadas más tarde, entre 20.000 y 40.000 mujeres cada año se ven forzadas a abortar en la clandestinidad y sólo un millar logra hacerlo en la sanidad pública.
>PUBLICACION: Edición Impresa - EL PAÍS
>SECCIÓN / ÁREA: Sociedad >FECHA: 20 - 10 - 2006
>TAMAÑO: 9 Kb / 944
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EDITORIAL
La frontera del aborto
EL PAÍS - Opinión - 21-10-2006
Portugal se dirige hacia un nuevo referéndum para despenalizar el aborto en las 10 primeras semanas de embarazo. En el primero, celebrado hace seis años, perdió el sí por un margen muy estrecho, aunque la consulta no fue vinculante porque sólo votó un 31% del censo, lejos del 50% necesario. Aquel resultado fue la consecuencia lógica del deseo de los líderes de los dos grandes partidos (el socialista Guterres y el socialdemócrata Rebelo de Sousa, ambos profundamente católicos), que prefirieron dejar la consulta en manos de los radicales: por un lado los partidarios del sí ("la mujer es dueña de su vientre"), por otro los del no ("el aborto es pecado mortal").
Convocado tras un pacto vergonzante para aplacar la ira de la Iglesia católica y del ultraconservador lobby médico, ante una reforma progresista de la ley que había aprobado ya el Parlamento, aquel referéndum sólo sirvió para dividir al país y perpetuar una situación humillante para las mujeres que se mantiene hasta hoy mismo, cuando apenas 1.000 de las 20.000 portuguesas que abortan cada año lo hacen de manera legal y segura. El resto recurre bien a clínicas privadas ilegales, bien a clínicas legales españolas, en el mejor de los casos; y en el peor, a métodos caseros, llenos de riesgos: 11.000 mujeres ingresan cada año en urgencias declarando haber sufrido abortos espontáneos para evitar ser perseguidas judicialmente. Desde 2002, 40 mujeres y profesionales de la salud han sido procesados por abortos ilegales.
El primer ministro, el socialista José Sócrates, decidido a poner fin a esta situación anacrónica, ha abierto esta semana la campaña por el sí con un discurso prudente pero firme, más pragmático que ideológico, orientado a favorecer el consenso. La oposición del PSD ha votado a favor del referéndum, lo que también habla a favor de la sensatez de su líder, Marques Mendes. Juntos, ambos partidos representan a más de tres cuartas partes de la población. El Partido Comunista también propugna el voto sí. Los sondeos muestran un clima de opinión favorable a la despenalización, aunque la Iglesia ya ha recomendado a sus fieles que voten no. Si los tres grandes partidos se movilizan de verdad, no habrá excusas para perder otra vez esta batalla. El presidente, Cavaco Silva, un árbitro con influencia, que prometió ponerse del lado de los más desprotegidos, tendrá ocasión de demostrarlo. Las mujeres portuguesas no pueden seguir sometidas a una legislación anacrónica, peligrosa y humillante, y Portugal no debe permitirse presidir la Unión Europea en el segundo semestre de 2007 sin resolver esa injusticia.
Outro artigo de opinião do correspondente do El País em Lisboa MIGUEL MORA:
Aborto, el medioevo portugués
Un millar de mujeres ingresan al mes en urgencias tras una interrupción clandestina del embarazo
MIGUEL MORA - Lisboa
Portugal aprobó en 1984 una ley del aborto que permite interrumpir el embarazo en caso de riesgo psíquico o físico para la madre antes de las 12 semanas con el consentimiento del médico. Poco después, el Colegio de Médicos prohibió a sus afiliados realizar abortos. Dos décadas más tarde, entre 20.000 y 40.000 mujeres cada año se ven forzadas a abortar en la clandestinidad y sólo un millar logra hacerlo en la sanidad pública.
>PUBLICACION: Edición Impresa - EL PAÍS
>SECCIÓN / ÁREA: Sociedad >FECHA: 20 - 10 - 2006
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