2014-10-12
A nossa saúde ou os hiper-lucros da indústria farmacêutica?
Sir Richard John Roberts(Derby,
1943-09-06 ), um bioquímico e biólogo molecular britânico, prémio Nobel de
Fisiologia ou Medicina de 1993 deu, já há um tempo, uma entrevista ao Jornal
espanhol La Vanguardia que provocou um verdadeiro escândalo. Daí para cá a
entrevista correu mundo.
Qual não é o despautério das suas
afirmações! Então não nos diz que as multinacionais farmacêuticas empenhadas na
investigação de novos medicamentos para atacar as doenças e salvar as nossas
vidas não querem saber da nossa saúde para nada. Só lhes interessa o lucro e
por conseguinte aprimoram o seu trabalho ao ponto de preferirem orientar a investigação para remédios que
não curem mas tornem a doença crónica e controlada com o seu, digamos assim,
semi-remédio que passará a ter venda até que o doente se fine de velho.
É lógico, visto que a indústria
farmacêutica não é uma instituição de caridade - dirão altaneiros e seguros da sua razão os prosélitos do neoliberalismo que governam o país. E se alguém arrisca dizer que então é necessário pôr o Estado a regular o privado
ou em último caso nacionalizar alguma coisa logo os especialistas em tecnoforma ou submarinos gritam que isso é contra a natureza humana e a boa ordem económica
liberal dos seus patrões.
Eis a entrevista dada ao La Vanguardia:
"El fármaco que cura del
todo no es rentable"
El Premio Nobel de medicina Richard J.Roberts pone de manifiesto en una entrevista en La Vanguardia que muchas de las enfermedades que hoy son crónicas
tienen cura, pero para los laboratorios farmacéuticosno es rentable curarlas del todo, los poderes
políticos lo saben, pero los laboratorios compran su silencio financiando
sus campañas electorales.
- ¿Qué modelo de investigación le parece más eficaz, el estadounidense o el
europeo?
- Es obvio que el estadounidense, en el que toma parte activa el capital
privado, es mucho más eficiente. Tómese por ejemplo el espectacular avance de
la industria informática, donde es el dinero privado el que financia la
investigación básica y aplicada, pero respecto a la industria de la salud...
Tengo mis reservas.
- Le escucho.
- La investigación en la salud humana no puede depender tan sólo de su
rentabilidad económica. Lo que es bueno para los dividendos de las empresas no
siempre es bueno para las personas.
- Explíquese.
- La industria farmacéutica quiere servir a los mercados de capital...
- Como cualquier otra industria.
- Es que no es cualquier otra industria: estamos hablando de nuestra salud
y nuestras vidas y las de nuestros hijos y millones de seres humanos.
- Pero si son rentables, investigarán mejor.
- Si sólo piensas en los beneficios, dejas de preocuparte por servir a los
seres humanos.
- Por ejemplo...
- He comprobado como en algunos casos los investigadores dependientes de
fondos privados hubieran descubierto medicinas muy eficaces que hubieran
acabado por completo con una enfermedad...
- ¿Y por qué dejan de investigar?
- Porque las farmacéuticas a menudo no están tan interesadas en curarle a
usted como en sacarle dinero, así que esa investigación, de repente, es
desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que
cronifican la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece
cuando deja de tomar el medicamento.
- Es una grave acusación.
- Pues es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de
investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con
medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo y de
una vez para siempre. Y no tiene más que seguir el análisis financiero de la
industria farmacológica y comprobará lo que digo.
- Hay dividendos que matan.
- Por eso le decía que la salud no puede ser un mercado más ni puede
entenderse tan sólo como un medio para ganar dinero. Y por eso creo que el
modelo europeo mixto de capital público y privado es menos fácil que propicie
ese tipo de abusos.
- ¿Un ejemplo de esos abusos?
- Se han dejado de investigar antibióticos porque son demasiado efectivos y
curaban del todo. Como no se han desarrollado nuevos antibióticos, los
microorganismos infecciosos se han vuelto resistentes y hoy la tuberculosis,
que en mi niñez había sido derrotada, está resurgiendo y ha matado este año
pasado a un millón de personas.
- ¿No me habla usted del Tercer Mundo?
- Ése es otro triste capítulo: apenas se investigan las enfermedades
tercermundistas, porque los medicamentos que las combatirían no serían
rentables. Pero yo le estoy hablando de nuestro Primer Mundo: la medicina que
cura del todo no es rentable y por eso no investigan en ella.
- ¿Los políticos no intervienen?
- No se haga ilusiones: en nuestro sistema, los políticos son meros
empleados de los grandes capitales, que invierten lo necesario para que salgan
elegidos sus chicos, y si no salen, compran a los que son elegidos.
- De todo habrá.
- Al capital sólo le interesa multiplicarse. Casi todos los políticos - y
sé de lo que hablo- dependen descaradamente de esas multinacionales
farmacéuticas que financian sus campañas. Lo demás son palabras...